Jovenes Rurales Cero Hambre (0) No Pobreza – Fundación Planeta Rural
Por: María Martínez Herrera
Escrito por: Alejandro Martínez Herrera
Los primeros rayos del sol se asoman y tiñen de color el cielo, el aire está cálido, la quietud de la mañana deja oír un zumbido que a lo lejos que viene aproximándose.
¡Hoy es el gran día! luego de aunar esfuerzos por fin aterrizan las primeras colmenas en Guaymaral y expectantes las reciben Mara y Ofir, jóvenes rurales que hacen parte de LA LIGA DE LAS ABEJAS iniciativa apoyada por la Fundación Planeta Rural para combatir la pobreza, la violencia y la extinción.
Son aproximadamente las 9:00 am, el cielo luce despejado, el clima perfecto para el momento ideal. Un camión viaja desde Morroa – Sucre y en este van las primeras 12 colmenas que gracias a los esfuerzos y aportes de maravillosas personas llegan como primera entrega de las 120 colmenas que conforman La Liga. Mara y Ofir están emocionados por su llegada, miran al cielo constantemente esperando que continúe despejado, agradecen que no haya llovido, porque con eso la carretera permite el paso del camión, mientras esperan consiguen los insumos necesarios para la llegada de las colmenas.
Mara, joven rural de 22 años, gestora social y administradora de empresas que con convicción y entrega dedica su tiempo a apoyar el desarrollo de su comunidad liderando diversos procesos además de participar en diferentes espacios sociales en Montes de María. Sentada debajo de un frondoso árbol piensa en lo gratificante que ha sido liderar La Liga de las Abejas, y como el sueño de ayudar a las y los jóvenes rurales, a la comunidad y al país, poco a poco con esfuerzo y tenacidad se va haciendo realidad, piensa en lo emocionante que es generar oportunidades laborales y académicas en el territorio.
El camión se abre paso en medio del camino y dos fuertes y grandes gotas de agua caen sobre el parabrisas, el conductor que está próximo a llegar a su primer destino, reduce la velocidad y mira al cielo, de repente el sol se ha ido y las nubes se tornan grises y cargadas de agua, el cielo se abre y la lluvia cae con fuerza. Mara y Ofir corren a protegerse de la fuerte lluvia, se miran con angustia al no ver el camión llegar. Es una carrera contra el tiempo y la carretera.
Ofir desde donde se resguarda de la lluvia, no despega la mirada del camino por el que se supone debe llegar el camión. A pesar de la lluvia que, aunque la agradece espera que dure poco; Ofir mantiene viva su emoción por la llegada de las colmenas, para él, joven rural de 25 años de edad, que día a día desde la madrugada se dedica a labrar y cuidar la tierra ayudando a su papá, este primer aterrizaje es el fruto de un terreno abonado desde hace más de un año y el impulso para seguir con esfuerzo y dedicación transformando su territorio.
A lo lejos se logra ver el camión acercarse y a su paso la lluvia desaparece como por arte de magia, el sol vuelve a aparecer. Mara y Ofir salen a la llegada del camión, este se parquea frente al árbol, y bajan los primeros núcleos. Luego de descargar la primera parte del material, emprenden camino hacía el apiario. El día anterior Mara y Ofir prepararon el camino, para que el camión lograra pasar sin ningún problema, pero el camino es muy angosto y el camión con dificultad atraviesa el camino. Hasta que al llegar al portón que conduce al apiario el camión ya no puede avanzar más. ¿Podrán las abejas llegar a su anhelado destino?, cada persona se pregunta lo mismo dentro del camión.
Mara y Ofir se bajan del camión, y luego de analizar todas las posibilidades deciden quitar una gran puerta de la entrada que pertenece a un cultivador de la zona. Con mucho cuidado quitan la puerta y siguen su rumbo al apiario, una vez llegan la lluvia regresa esta vez con más fuerza, con gran agilidad logran acomodar todo para que el hogar de las invitadas no se moje. Mientras batallan contra la lluvia Mara piensa “estamos resurgiendo en nuestro territorio”, y eso la hace enamorarse y empoderarse junto a las y los demás jóvenes cada vez más de La Liga de las Abejas.
Finalmente, luego de librar su primera batalla las colmenas llegan al apiario, se instalan en su cuartel, en el que esperan vivir durante todo este proceso de transformación del territorio y del país. Y así nos demuestran que aún en medio de la adversidad salir en victoria si es posible.
¡La unión hace la fuerza! por eso queremos invitarte a que te unas al cambio ingresando a http://bit.ly/AdoptaColmenaPR
Y si ya haces parte de La Liga de las Abejas…
¡Celebremos porque cada vez zumbamos más fuerte!
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