Jovenes Rurales Cero Hambre (0) No Pobreza – Fundación Planeta Rural
Por: Andres Pedreros Castillo
10/10/2025
En Toca Boyacá, se creó el primer centro de excelencia en Agricultura Regenerativa, proyecto ejecutado por la Fundación Planeta Rural, que se consolidó como un modelo de participación, cohesión comunitaria y empoderamiento juvenil en el altiplano cundiboyacense. Desde su diseño, el proceso apostó por un principio fundamental: construir confianza.
El proyecto nació como un ejercicio abierto y participativo, en el que la asociación anfitriona ASOAGROTOCA, comunidades rurales y aliados empresariales se sentaron a dialogar y definir juntos la ruta de trabajo. Esta gobernanza incluyó la participación activa de representantes comunitarios en el Comité Técnico y el acompañamiento constante de empresas aliadas.
Primeros logros: tecnología y confianza en Toca
Uno de los hitos iniciales fue la instalación de un punto digital comunitario en Toca, gestionado por Microsoft. Este espacio se convirtió rápidamente en aula de formación virtual, centro de reuniones y plataforma de socialización, especialmente valiosa para los jóvenes que tuvieron allí sus primeras experiencias formativas en línea.
Juventud rural, motor de innovación
Reconociendo a los jóvenes como protagonistas del cambio, se abrió una convocatoria dirigida a mujeres y jóvenes rurales entre 14 y 35 años de asociaciones productoras de papa y cebada. La respuesta superó las expectativas: 32 jóvenes de 10 municipios de Boyacá y Cundinamarca (incluyendo Toca, Motavita, Villapinzón, Ventaquemada, Tuta, Oicatá, Chivatá, Tunja, Facatativá y Siachoque) se sumaron al proceso.
El grupo reflejó una distribución equitativa de género (52% mujeres y 48% hombres) y diversidad etaria, con un promedio de 21 años. Durante 12 sesiones virtuales, abordaron temas clave para fortalecer el tejido social y empresarial del campo: modelos de negocio basados en diversificación, asociatividad, comunicación, liderazgo y herramientas de organización comunitaria. Más que clases, estos encuentros se convirtieron en un laboratorio de construcción de comunidad.
El Comité de Investigación: jóvenes que aprenden y enseñan
De este grupo, 18 jóvenes fueron seleccionados por su liderazgo para integrar el Comité de Investigación, el corazón del proceso de transferencia de conocimientos. Con un promedio de edad de 22 años, participaron en jornadas presenciales en la parcela demostrativa de Toca, donde aplicaron lo aprendido en campo.
Más allá de la técnica, estas experiencias consolidaron a los jóvenes como líderes locales capaces de replicar conocimientos en sus comunidades.
Escuelas de Campo: multiplicando el conocimiento
El siguiente paso fue compartir lo aprendido mediante cinco Escuelas de Campo para Agricultores (ECA), concebidas como espacios de cohesión, formación y networking. Más de 140 productores, técnicos y representantes empresariales participaron en jornadas que combinaron teoría y práctica.
Los jóvenes del comité asumieron un rol activo como facilitadores, demostrando que no solo eran aprendices, sino formadores en su propio territorio. En estos espacios se trabajó en:
Los resultados fueron evidentes: en la parcela bajo manejo regenerativo se observó menor incidencia de plagas (gota y pulguilla) y mejor desarrollo de tubérculos y raíces frente a los sistemas convencionales.
Alianzas estratégicas que nacen del campo
Más allá de lo productivo, el proceso generó nuevas alianzas empresariales y comunitarias:
Voces que transforman
El impacto se refleja en testimonios como el de Amalia, joven de Toca:
“Aprendí sobre agricultura regenerativa y la importancia del trabajo en equipo. Hoy comparto esos conocimientos con mi comunidad y quiero motivar a más jóvenes a aprovechar estas oportunidades”.
En un momento simbólico, Amalia recibió su diploma como facilitadora de asociaciones rurales de manos de su suegra, la Sra. Pilar Rodríguez, representante legal de ASOAGROTOCA, reflejando la unión intergeneracional en torno al proyecto.
Resultados en cifras
Un legado para el futuro rural
Más allá de las cifras, en componente social, el proyecto dejó instalado un legado invaluable: una cultura de aprendizaje colaborativo, innovación juvenil y sostenibilidad ambiental. El proceso sembró una nueva generación de líderes rurales, comprometidos con guiar la transición hacia sistemas agrícolas regenerativos en el altiplano cundiboyacense y con la capacidad de replicar este modelo en toda Colombia.
Únete al cambio
Desde la Fundación Planeta Rural reafirmamos nuestro compromiso de empoderar a la juventud rural como motor del desarrollo sostenible. Invitamos a otros jóvenes, organizaciones y aliados estratégicos a ser parte de esta transformación.
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Porque el futuro del campo está en manos de los jóvenes, y juntos podemos transformarlo.
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